A diferencia de otros compañeros de profesión, encantados con los agasajos del populista Chávez, y lejos del silencio cómplice de otros tantos, el artista reiteró su denuncia al régimen totalitario del presidente de Venezuela, lo que le ha valido ser declarado «persona non grata» en el país y la suspensión del concierto que tenía programado alli, en su día.

Alejandro Sanz, dijo al respecto la semana pasada que «a mí esa forma de gobierno no me gusta, porque indica que a cualquiera que opine diferente, lo silencian como pueden», (menos mal que en España no…, aquí sólo te insultan y te enfrentan a los que no piensan como tú), además expresó sus dudas acerca de si podrá o no celebrar el concierto que tiene pendiente en Venezuela.

Sus fans tendrán que esperar, y los cuidadnos de ese país, seguir sufriendo la ausencia de libertades y la represión…