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La Baronesa Thyssen y las condiciones a su hijo Borja
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La Baronesa Thyssen y las condiciones a su hijo Borja
sábado, 12 de abril de 2008 a las 21:00
Ana Isabel

 De todos es sabido que Carmen Cervera no asistió la  boda de su hijo Borja, pero en cambio, si lo hizo en el bautizo de su nieto Sacha.

El feliz acontecimiento se realizó en Villa Favorita, no tuvo ningún inconveniente Tita en que se celebrara allí, todo lo contrario, hasta posó para la suculenta exclusiva de Hola.

Todo parecía ir muy bien, reconciliaciones, posados juntos, pero la baronesa ha puesto sus condiciones a su hijo Borja:»Quiere que se ocupe del negocio familiar, y que se dedique menos a fortalecer los músculos». Hasta ahora el único trabajo de Borja era pasear, ver pelis comiendo palomitas, restaurantes, es decir, todo menos el negocio familiar. Tita estaba muy harta de eso, que en palabras textuales de ella es que era una vida muy poco productiva.

A ella, lo que le hubiese gustado, es que Borja se implicara con todos los temas relacionados con la fundación, las colecciones itinerantes y el arte en general, que es al fin y al cabo el futuro de él y de su hijo. En una palabra, lo que Carmen quiere es que Borja tenga un horario de responsabilidades, y que se dedique menos a cultivar su cuerpo, y a estar todo el día de aquí para allá sin dar palo al agua.

Muy bien Tita, te has puesto en tu sitio, todo el mundo, por mucho dinero que tenga tiene que trabajar,  y tiene que sacar los negocios a flote. Esperemos que te haga caso y vea que lo haces, lo haces por su bien. Como todas las madres.





Un comentario de los lectores

  1. Ana

    17 diciembre 2008 a las 13:39

    1

    Pues yo no lo veo tan bien. No se puede obligar a los hijos a hacer algo que no quieren hacer, ni aunque sea un negocio familiar. Entiendo que le presione para trabajar (eso sí), pero en lo que él quiera, no en lo que su madre quiera.

    Esto de las colecciones es un poco difícil. Uno se dedica toda la vida a ello, y luego los hijos no están interesados… qué le vamos a hacer! Eso hay que aceptarlo!

    Quizá sus hijas valoran más la afición de su madre por el arte y sigue su camino. Dios dirá!